Para despedir este año 2018 os presentamos un recurso que hemos estado utilizando en este último trimestre. Se trata de aprender sobre un grupo de animales no muy conocidos por toda la sociedad y que a veces son protagonistas de leyendas sobre distintos males que pueden provocar a los humanos. Estos animales son los anfibios y los de la península, si sabemos dejarlos tranquilos, son totalmente inofensivos.
Todos conocemos bien su fascinante ciclo de vida, con sus distintas fases pasando de huevo a larva-renacuajo, hasta llegar a adultos. Esta metamorfosis les permite tener una vida adaptada a dos medios distintos acuático y terrestre. Pero por eso mismo son muy vulnerables y necesitan la presencia de charcas y cursos de agua sin contaminar y con fácil acceso. Uno de sus grandes problemas es la escasez de estos puntos idóneos para reproducirse y la conexión entre ellos. Si una charca se contamina o se ve invadida por tortugas exóticas, migrar para encontrar otro punto adecuado cada vez es más difícil, por su escasez y por la presencia de carreteras, alambradas y zonas urbanas.
En el centro “Naturaleza Viva” de GREFA queremos que nuestros visitantes conozcan diferentes especies de anfibios: ranas y sapos, pero también salamandras, tritones y gallipatos. Junto a la charca de anfibios donde se reproducen de forma natural y se observan multitud de ranas, hemos instalado unas cajas ciegas para reconocer mediante el tacto algunas de las diferencias de estas especies. Para ello se han creado 6 reproducciones a tamaño real y diferentes texturas.
El contenido se completa con el conocimiento sobre sus estrategias de supervivencia y con la divulgación de la importancia de conservar las charcas, los renacuajos y los adultos ya que es un grupo de fauna muy vulnerable a los cambios que estamos realizando los humanos en el medio.
